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lunes, 4 de agosto de 2014

Edición: Patricia Mérida. 


Somos culpables de ver nuestros retos futuros como el final de nuestra vida, en vez de verlos como el amanecer de una oportunidad nueva y brillante. 

De no saber que nuestra actitud puede convertir nuestros problemas en bendiciones.

Debemos reconocer que la adversidad es prosperidad para quienes poseen una gran actitud.

Recuerda que las cometas no se elevan a favor del viento, sino en contra, cuando sople el aire adverso de la crítica, permite que ésta sea como la ráfaga de viento, una fuerza en contra que nos permita llegar más lejos, así ocurre en la vida.

Si tienes una actitud excepcional, una persona que enfrenta una situación difícil logra lo mejor, aunque esté ante lo peor.

Cuando dios quiere educar a alguien lo envía a la escuela de las necesidades en las crisis surgen grandes líderes, en el desequilibrio y las dificultades se forja la firmeza del carácter.

Las pésimas actitudes que no se tratan terminan por arruinarlo todo.

Las actitudes negativas siempre ocasionan desacuerdos, resentimientos, pelea y división, además nunca se irán por si solas, hay que tratarlas.

Si se deja una manzana podrida en una caja de manzanas buenas, finalmente se convertirán en una caja de frutas podridas.

Nada puede impedir que alguien con correcta actitud logre su meta, pero nada en la tierra puede ayudar al hombre con una actitud mental incorrecta.

La actitud que tenemos como individuos influye profundamente en nuestra vida y en la de otros.

Un líder no puede ignorar las actitudes de la gente que dirige.

La actitud afecta nuestras relaciones, puede llevarnos al éxito o al fracaso.

El talento es necesario pero para ganar se necesita mucho más que eso.

Las actitudes tienen raíces internas pero sus frutos se ven externamente, pueden ser nuestra mejor amiga o nuestra mayor enemiga, suele ser más sincera que nuestras propias palabras, puede acercar a la gente a nosotros o ahuyentarla.

Solo hay una cosa más contagiosa que una buena actitud: una mala, por algún motivo, muchas personas creen que ser negativas es estar a la moda, piensan que esto las hace parecer más inteligentes o importantes, sin embargo una actitud negativa hiere más de lo que ayuda.

Analiza algunas actitudes negativas y autoevalúate, reconoces si padeces o no de estas actitudes negativas:

  • Incapacidad de admitir equivocaciones.
  • Falta de perdón
  • Envidia (quedarnos atrapados en el pasado, resentimiento).
  • La enfermedad del yo (ser egoísta, egocéntrico).


La actitud es la energía, la fuerza principal que determinará si triunfamos o fracasamos.



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