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viernes, 15 de agosto de 2014

Les voy a contar lo que sucedió en una escuela, los artistas de obras manuales cuentan la historia de un maestro de arte que experimento un nuevo sistema para las calificaciones  con 2 grupos de estudiantes. Ésta es una parábola en relación con el fracaso, éstos fueron los hechos:

                El profesor de cerámica artística informó al inicio de clases que se dividiría la clase en 2 grupos; los que estuvieran del lado izquierdo serian evaluados por la cantidad de trabajo que produjeran, en tanto que los de la derecha recibirían sus calificaciones según la calidad del trabajo que hicieran. Su procedimiento era sencillo, al final del día todo lo pondrían en una balanza para pesarlo.

                El trabajo  de los del grupo de “cantidad” necesitarían producir 50 libras de potes que equivaldrían a una A, cuarenta a una B, así por el estilo,  a diferencia del grupo de “calidad” necesitarían producir solo un pote, aunque perfecto para recibir de calificación una A. al llegar el momento de calificar los resultados surgió un hecho curioso; los potes de la más alta calidad fueron producidos por el grupo que iba a ser calificado por la cantidad.

                Parece ser que mientras los del  grupo de la cantidad se dedicaban a amontonar potes e iban aprendiendo de sus errores, los de la calidad se sentaron a teorizar sobre la perfección, y al final de la jornada  tenían para mostrar un poco más que grandiosas teorías y un montón de barro sin usar.


¿Cuál es la lección?

                Que no importa cuales sean tus objetivo, en el campo del arte, de las ventas, los negocios o las relaciones  humanas, la única forma de salir adelante es fracasando temprano, fracasando con frecuencia y transformando tus fracasos en grandes victorias.

El verbo es: comenzar

                Cuando participan un grupo de personas en talleres y cursos de autoestima y ventas, entran a los eventos con una percepción y terminan con otra, ven la vida de otra forma, y disfrutan del evento “se prenden” pero al salir fallan al poner en práctica los conocimientos adquiridos.

                Sobre estimamos el seminario, le damos mucho “valor”, porque nos prende y utilizamos la parte emocional, pero subestimamos el proceso (que es la forma de poner en práctica lo aprendido porque bloqueamos nuestra capacidad de análisis y razonamiento.
Lección por aprender:

                Cada idea que gravita en tu mente es producto de tu imaginación convertido en un sueño, cada sueño realizado ocurrió gracias a la dedicación de un proceso.

De ahí que tengamos que programar nuestro subconsciente  con el contexto de los temas en forma visual y auditiva. Con un seguimiento contínuo la gente puede involucrarse en el proceso y tendrá como resultado crecimiento puro, “oro molido”, cambiando ya justando su actitud.

Muerte súbita

            En forma natural las personas tienden a quedarse en la inercia, esto provoca en el ser humano una “oxidación”, “bloques oxidados inertes”. Esto hace que la superación que es personal sea una batalla tan dura. Pero es también por lo que en el corazón de cada éxito yace la adversidad. El proceso de triunfar viene del aprendizaje de fracasos reiterados y la lucha permanente para llegar a los más altos niveles.

             La  mayoría de la gente tiene miedo y apatía, no les gusta correr riesgos y meterse por el “túnel oscuro” del fracaso, aceptan de mala gana que si quieren triunfar, tienen que reconocer que para mejorar su vida, tienen que hacerlo pasando a través de algún grado de adversidad, tiene que darse cuenta que para progresar es necesario sufrir algún revés. Yo sí creo que el éxito llega si tú llevas tus pensamientos unos pasos más arriba. Tan sencillo como esto: para hacer realidad tus sueños, tienes que aceptar la adversidad y hacer de los fracasos una parte formal de tu vida. Si no estás haciendo nada, y por eso no estás progresando en tu vida.

La Adversidad es para algunas personas una ventaja competitiva.


La persona interesada en tener éxito tiene que aprender a ver el fracaso como una parte saludable e inevitable del proceso de llegar a la cumbre. La adversidad y el fracaso que casi siempre vienen como consecuencia, son cosas que deben esperarse que ocurran en el proceso de alcanzar el éxito y deberían tomarse como partes absolutamente críticas de éste. Realmente los beneficios de la adversidad son muchos. 

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